miércoles, 30 de noviembre de 2016

La Caravana de la Libertad


Por Ariel Soler Costafreda
Fotos Abel Padrón, de ACN


Armón con las cenizas del Comandante en jefe
La Caravana de la Libertad, ahora en sentido inverso, la reedita el Guerrillero del Tiempo, como en 1959, vitoreado por su pueblo, que lo mantiene presente como en las jornadas de antaño, iniciadas desde Santiago de Cuba aquel 2 de enero en un periplo lleno de paradas no concebidas para la marcha.

Así lo narra el Comandante en Jefe a su paso por Santa Clara, a donde llega el 6 de enero y en memorable discurso ante el pueblo congregado en el  Parque Vidal, explica que el objetivo inicial de la marcha era transportar una columna en apoyo de los compañeros que iban hacia la capital, momentos en que cae derrocada la tiranía y el Déspota huye.

Explica: “Yo no tenía pensado hacer una marcha triunfal, ni mucho menos; me parece que eso estaría un poco fuera de lugar en este momento. Yo me he detenido en los pueblos porque me han detenido en los pueblos, el pueblo. Y no he podido hacer otra cosa que hablar con el pueblo, a pesar de que me parecía que era necesario que estuviésemos en La Habana cuanto antes, y todo el mundo sabía que necesitábamos estar en La Habana cuanto antes; pero ya veníamos en este recorrido, y no podía menos que atender el deseo del pueblo de hablar con nosotros y de saludar a los combatientes del Moncada”.

8 de enero de 1959: entrada de Fidel a La Habana
La historia se repite 59 años después. El Líder regresa a los orígenes, la heroica Santiago, donde sus sagradas cenizas reposarán cerca del Maestro, José Martí, en el cementerio de Santa Efigenia, mientras su rebelde y emprendedor espíritu cabalgará en los hombros de su pueblo, que lo mantendrá vivo en la continuada obra de la Revolución conducida por Raúl y el Partido Comunista de Cuba.

Fue el 2 de diciembre de 1959 la partida del la Caravana de la Libertad integrada –según declara el propio Fidel en Santa Clara-, por “3 000 guajiros, armados, veteranos de la Guerra de liberación. Palma Soriano, Baire, Jiguaní, Santa Rita fueron los primeros pueblos y contactos populares. En Cautillo (Bayamo) Fidel se reunió con militares de Batista y cuando terminó de hablarles soltaban los fusiles y los apilaban como para horno de carbón, recuerda Alberto Vázquez, chofer del Máximo Jefe rebelde, en el periplo.

El 3 de enero transitó por Holguín y Las Tunas, y en el último de esos territorios, pernoctó la caravana. Al amanecer del día 4 avanzaron hacia Camagüey, y el 5 hicieron altos en  Florida, Ciego de Ávila, Jatibonico y Sancti Spíritus. Al siguiente día (6) pasa por Guayos, Cabaiguán, Placetas y Falcón camino de Santa Clara; desde donde se desvía hacia Cienfuegos al siguiente despertar para rendir homenaje a los héroes del 5 de Septiembre.

Partida hacia el oriente cubano, su tierra indómita
La noche del día 7 lo encuentra en la ciudad de Matanzas y la madrugada en Cárdenas, donde rinde tributo a José Antonio Echeverría, presidente de la FEU y  firmante junto a él de la Carta de México, documento de comunión por la lucha contra el tirano. En la ocasión visita a la madre del valeroso líder estudiantil caído  en combate tras las heroicas acciones del 13 de marzo de 1957 en la toma de radio reloj y el asalto al Palacio Presidencial para ajusticia al Tirano.

El día 8 entra triunfal a La Habana. En El Cotorro el Comandante Juan Almeida lo espera con Fidelito, el hijo. En La Virgen del Camino se le une Camilo Cienfuegos. Transita por el castillo de Atarés, Tallapiedra, los elevados del ferrocarril… y al pasar frente al estado mayor de la Marina de Guerra, avistan el yate Granma, al que sube el Comandante en Jefe.

Desde la terraza norte del Palacio Presidencial se dirige al pueblo y le pide que marche al campamento Militar de Columbia, donde esa noche pronuncia el célebre discurso en que pregunta ¿Voy bien, Camilo?

Días más tarde, el 17 de enero, llega al entonces municipio pinareño de Guanajay, y desde una tribuna instalada en el parque principal de Artemisa recuerda que “los primeros mártires de la Revolución Cubana, los fundadores del Movimiento 26 de Julio, salieron de Artemisa...".

Ningún territorio escapa a la presencia y atención del joven líder revolucionario y el 3 de febrero de 1959 hace su primera, de las más de 25 visitas a Guantánamo, ciudad capital donde se dirige al pueblo desde el entonces Instituto de Segunda Enseñanza, hoy politécnico de Economía Asdrúbal López Vázquez.

Itinerarios de las Caravanas de la Libertad, la de 1959 y la que lleva las cenizas de Fidel a Santiago de Cuba

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