domingo, 14 de agosto de 2011

Las doce primeras campanadas


Reloj en la torre norte de la iglesia parroqial de Baracoa

Llegada la medianoche del 15 de agosto, doce campanadas emitidas desde la torre norte de la Iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa incorporaron nuevo atractivo a la rutina citadina a la  vez que anunciaban al mundo que la primera ciudad cubana cumplía medio milenio de existencia.

En la atalaya eclesiástica un reloj de 1,23 metros de diámetro se convirtió a partir de ese momento en obligada referencia y cada campanada del “medidor” induce un alto a la cotidianeidad para rectificar sus homólogos de pulsera o advertir el instante de la cita de trabajo, estudiantil o amorosa.

Melodías y campanadas acompañan desde entonces el diarismo de la ciudad más antigua de Cuba, sonidos emitidos por este controlador del tiempo en capacidad de reproducir 35 toques diferentes.

Monseñor Wilfredo Pino Estévez, arzobispo de la Diócesis Guantánamo-Baracoa, explicó que el reloj controla cinco campanas, dos dedicadas a las sonoridades de servicio público y otras tres dirigidas a la liturgia de la institución.

A las 12 de la noche del día 14, al producirse el advenimiento del aniversario 500 de la Primera Villa y Episcopado de la Isla, el reloj dio sus primeras 12 campanadas e incorporó el régimen sonoro a la medición del tiempo en la ciudad.

Una y 47 minutos del día 10 de agosto de 2011
Suena cada 15 minutos: un toque agudo para el primer cuarto de cada hora, dos para el segundo, tres para el tercero y al completar la hora,  da cuatro toques (uno por cada cuarto de hora transcurrido) para seguidamente, en tono grave, dar tantas campanadas como horas se cumplen.

De acuerdo con la programación digital que gobierna el instrumento, dos minutos después de haber anunciado con igual número de toques graves la hora en cuestión, el reloj repete su anuncio para eliminar cualquier duda en el conteo de las campanadas.

Entre las 10 pasado meridiano y las seis de la mañana el artificio solo toca las horas, y a partir de ese instante retoma su sonoro ritmo de cuartos y horas.

El reloj es una donación del sacerdote José Abellán, de la ciudad de Elba, Diócesis de Alicante, España por el aniversario 500  de Baracoa como Villa y Episcopado.
Vista de la fachada de la Iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa,actualmente sometida a reparación capital








1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá y terminen rápido de repararla, así además de las campanas disfrutamos de ella new paquet