viernes, 25 de mayo de 2007

Vale la pena haber vivido



Que ningún entrevistador piense que con Luis Fausto Sevilla Feijoo puede mantener una intercambio lineal, monotemático. Nada de eso, tiene que prepararse a enfrentar a un gran comunicador, cualidad que integra a su profesión de médico, porque como me dijo, en una de las tantas disgregaciones, Salud es un estado bio-psico-social y por tanto con el paciente hay que conversar.
Tal cualidad le es harto conocida entre los colegas, paramédicos, pacientes y vecinos, quienes lo ven cumplir el ritual diario: bien temprano arranca el auto, llega al hospital, pasa visita rodeado de estudiantes de tercer año (sus alumnos) y terminada la jornada regresa a casa para, caída la tarde y hasta entrada la noche, compartir horas con la anciana madre.
Eso no quita romper la monotonía: escapar algunas horas del nieto los fines de semana; darse una vuelta por clubes para activar la circulación sanguínea, tomar el pulso a la ciudad y cargar contra lo malo.
-Mira chico, hace 38 años me preguntan de Medicina, pero yo quiero hablar de otras cosas... recordar, por ejemplo, los años en la Segunda Enseñanza, tiempos de rebeldía estudiantil contra Batista, cuando desafiabamos al Tercio Táctico y a la Guardia Rural, o cuando boicoteábamos las funciones cinematográficas en coordinación con el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario, en plena lucha insurreccional en Cuba
Guantánamo es un pueblo maravilloso al que nunca renunciaré. Aquí encontraron Patria mis antepasados, emigrantes españoles que pensaron un día regresar y nunca lo hicieron. MI abuelo y abuela, al igual que mi papá (andaluz) y mi mamá (gallega) se conocieron en Soledad (hoy municipio de El Salvador), se casaron y procrearon.
-Yo nací en la ciudad de Guantánamo, pero me crié hasta los ocho años en el Paradero Viejo de Soledad, por la curva de Chafarina, donde jugaba con fango y carburo. Esa carretera me llena de nostalgia... Montesano, Sal Ildefonso. Recorría Manacal, Purial, La Sierra,. Medialuna, Sempre, San José. Cazaba, montaba a caballo...
Se torna melancólico y lo saco del trance. Está casado, tiene tres hijos y dos nietos, uno de ellos bebé de azulísimos ojos que justifica rápido en el árbol genealógico. De tanto querer a Guantánamo se trajo la esposa de la Habana, donde vivió los años de estudiantes de Medicina (1961-1967) y también los tiempos de la Crisis de Octubre, cuando se convirtió en jefe de artillería.
-Nos emplazamos en el hoy Instituto Superior de Medicina de Marianao y de ahí la unidad partió para Pinar del Río; yo no fui por estar accidentado, tenía una hematemesis violenta (vomitaba sangre debido a una úlcera)... creo que estaba un poco apendeja’o-, bromea para animar el diálogo.
Tras graduarse vuelve al terruño. Eran entonces 67 los galenos en Guantánamo. Trabaja en el hospital de Santa Catalina de Sagua. Pululaba el parasitismo, al extremo de salir lombrices por la nariz y la boca de algunos pacientes. Se hacían entre 36 y 40 partos cada mes en un salón que califica de maravilloso por las condiciones que la Revolución ya estaba creando. No existían los médicos generales integrales, pero durante el último año de estudios hacían guardias y rotaban por las especialidades.
El curriculum médico apunta cronológicamente Realengo 18, Casa de Socorros de Guantánamo (hoy policlínico centro), hospital Pedro A. Pérez; en 1975 se recibe en La Habana como especialista de primer grado en Medicina Interna, y regresa esta vez al hospital psiquiátrico Luis Ramírez López, desde conde parte a cumplir misión internacionalista.
-Etiopía es un momento singular: treinta y tres meses como médico militar en un batallón de infantería motorizada, con los rigores de la campaña, la guerra y en ocasiones hasta cero grado de temperatura. Fue allí que, por rescatar a un niño caído de una BTR, el vehículo me llenó de arena el ojo izquierdo y perdí el cristalino. De nada valieron dos operaciones en la URSS y otras dos en Londres, Inglaterra.
La traumatizante pérdida no lo invalida: de regreso pasa 18 años al frente de la sala de infecciosos del hospital Dr Agostinho Neto, donde mucho aprende de tuberculosis, leptospirosis, paludismo, chiptosomiasis y se apropia de un bagaje médico que le vale el reconocimiento científico y lo que para él es más importante: el reconocimiento social.
-Oyeme periodista, yo no sé como te sientes cuando en la calle te elogian lo que publicas, pero para mí es muy grande que 10, 15 años después, cuando no te acuerdas de las personas, alguien llegue y como aquella mujer –recuerda un caso reciente- me dijo: Doctor, usted me hizo el parto en Santa Catalina, mi niña era muy prematura, pero la salvó. Ella lo quiere mucho, vivimos ahora en la Isla (de la Juventud) y deseamos nos visite. Y así decenas de casos.
-La Medicina es un arte y hay que acercarse a la gente. No olvidar el esfigmo y el estetóscopo. Antiguamente el interrogatorio al paciente te daba el 80 por ciento del pre diagnóstico y el examen físico lo completaba. No discuto el alto valor de la tecnología, pero está demostrado (descrito en la Propedéctica de Yanio) que el paciente necesita de la conversación con el médico: no todas las afecciones son orgánicas, el componente psíquico está presente.
-Me alegro que los actuales médicos puedan descansar pre y post guardia y dispongan de tecnología de punta: ultrasonidos, tomógrafos, eso, más la ciencia y profesionalidad, obran la maravilla. Antes un trauma craneal con hematoma teníamos que remitirlo a Santiago, hoy lo asumen aquí unos neurocirujanos muy jóvenes que son grandiosos.
-Mi consejo, nunca olvidar que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, que somos médicos para devolver la salud y felicidad a todos cuantos podamos.
Así “se le acaba “el parque” al gran conversador, por momentos gran refunfuñón a fuerza de exigencia en su sala, de mantenerla como deben ser todas en el hospital, las que mira con añoranza, porque poco a poco el tiempo impone el ritmo y la asistencia cede el paso a la docencia para este especialista de segundo grado en Medicina Interna embestido de profesor asistente.
-Tengo 64 años de edad (25-5-1941) y me mantengo trabajando. Lo más importante en la vida es hacer algo, sobre todo si ese algo te gusta, y te hace sentir bien, actitud común en el médico, y no por salario. Me estimula cuando alguien me aborda:
-Sevilla, yo quiero que tu me atiendas, yo quiero que tú me veas... es una invitación a vivir, a reconocer que vale la pena haber vivido.








4 comentarios:

Anónimo dijo...

Masividad, organización y disciplina son rasgos característicos de este verano en la provincia de Guantánamo, donde niños, jóvenes y adultos han disfrutado de una temporada vacacional calificada por la población como superior a las de años precedentes.

Cerca de ocho mil actividades involucraron hasta hoy a decenas de miles de personas que se deleitaron con novedosos programas como las Lecturas de Verano y los salones de bailes en las Casas de Cultura para enseñar Casino y otros ritmos.

El verano tuvo particular disfrute en Boca de Jauco (Maisí), Yumurí (Baracoa), Baitiquirí (San Antonio del Sur) y Hatibonico (Caimanera), comunidades pesqueras donde por primera vez se organizaron en esta época eventos recreativos que incluyeron la pesca como deporte.

Ennedys Ramos, primera secretaria de la UJC en la provincia de Guantánamo, aseguró en declaraciones a la AIN que los éxitos del Verano se sustentan en la estrecha y armónica interacción de sus patrocinadores, principalmente los sectores de Cultura y Deportes, con promotores a nivel comunitario.

Principales motivaciones de las jornadas fueron las celebracionesdel cumpleaños 81 del Comandante en Jefe Fidel Castro, el Día de los Niños, y de Lealtad a la Patria; y los aniversarios del Moncada y de la Federación de Mujeres Cubanas.

Fueron momentos importantes también la Jornada de la Canción Política, en homenaje a los mártires de la provincia y en que compartieron espacio junto al pueblo cantautores como Polito Ibáñez.

El grupo Bamboleo visitó también la provincia de Guantánamo, distante 910 kilómetros al Este de La Habana y donde se anuncia para esta semana al dúo Buena Fe.

Anónimo dijo...

VALE LA PENA HABER VIVIDO 8 MESES FELICES

Anónimo dijo...

POR FAVOR, YA NADA TE ANIMA?
CON TANTO EMBULLO QUE COMENZASTE ESTE BLOG, PORQUE QUERÍAS TENER SEMEJANZAS CON ALGUIEN Y SER UNO SOLO? QUÉ PASA? MORISTE? O MURIÓ ESA PERSONA?

cubafamilia.blogspot.com dijo...

Vamos, qué esperas, vuelve a empezar, espero por ti...