Por Ariel Soler Costafreda
Fotos Abel Padrón, de ACN
Armón con las cenizas del Comandante en jefe |
La Caravana de la
Libertad, ahora en sentido inverso, la reedita el Guerrillero del Tiempo, como
en 1959, vitoreado por su pueblo, que lo mantiene presente como en las jornadas
de antaño, iniciadas desde Santiago de Cuba aquel 2 de enero en un periplo lleno
de paradas no concebidas para la marcha.
Así lo narra el
Comandante en Jefe a su paso por Santa Clara, a donde llega el 6 de enero y en
memorable discurso ante el pueblo congregado en el Parque Vidal, explica que el objetivo inicial
de la marcha era transportar una columna en apoyo de los compañeros que iban hacia la
capital, momentos en que cae derrocada la tiranía y el Déspota huye.
Explica: “Yo no tenía pensado hacer
una marcha triunfal, ni mucho menos; me parece que eso estaría un poco fuera de
lugar en este momento. Yo me he detenido en los pueblos porque me han detenido
en los pueblos, el pueblo. Y no he podido hacer otra cosa que hablar con el
pueblo, a pesar de que me parecía que era necesario que estuviésemos en La
Habana cuanto antes, y todo el mundo sabía que necesitábamos estar en La Habana
cuanto antes; pero ya veníamos en este recorrido, y no podía menos que atender
el deseo del pueblo de hablar con nosotros y de saludar a los combatientes del
Moncada”.
8 de enero de 1959: entrada de Fidel a La Habana |
La historia se repite 59 años después.
El Líder regresa a los orígenes, la heroica Santiago, donde sus sagradas
cenizas reposarán cerca del Maestro, José Martí, en el cementerio de Santa
Efigenia, mientras su rebelde y emprendedor espíritu cabalgará en los hombros
de su pueblo, que lo mantendrá vivo en la continuada obra de la Revolución
conducida por Raúl y el Partido Comunista de Cuba.
Fue el 2 de diciembre de 1959 la
partida del la Caravana de la Libertad integrada –según declara el propio Fidel
en Santa Clara-, por “3 000 guajiros, armados, veteranos de la Guerra de
liberación. Palma Soriano, Baire, Jiguaní, Santa Rita fueron los primeros
pueblos y contactos populares. En Cautillo (Bayamo) Fidel se reunió con
militares de Batista y cuando terminó de hablarles soltaban los fusiles y los
apilaban como para horno de carbón, recuerda Alberto Vázquez, chofer del Máximo
Jefe rebelde, en el periplo.
El 3 de enero transitó por Holguín y
Las Tunas, y en el último de esos territorios, pernoctó la caravana. Al
amanecer del día 4 avanzaron hacia Camagüey, y el 5 hicieron altos en Florida, Ciego de Ávila, Jatibonico y Sancti
Spíritus. Al siguiente día (6) pasa por Guayos, Cabaiguán, Placetas y Falcón
camino de Santa Clara; desde donde se desvía hacia Cienfuegos al siguiente
despertar para rendir homenaje a los héroes del 5 de Septiembre.
Partida hacia el oriente cubano, su tierra indómita |
La noche del día 7 lo encuentra en la
ciudad de Matanzas y la madrugada en Cárdenas, donde rinde tributo a José
Antonio Echeverría, presidente de la FEU y
firmante junto a él de la Carta de México, documento de comunión por la
lucha contra el tirano. En la ocasión visita a la madre del valeroso líder
estudiantil caído en combate tras las
heroicas acciones del 13 de marzo de 1957 en la toma de radio reloj y el asalto
al Palacio Presidencial para ajusticia al Tirano.
El día 8 entra triunfal a La Habana.
En El Cotorro el Comandante Juan Almeida lo espera con Fidelito, el hijo. En La
Virgen del Camino se le une Camilo Cienfuegos. Transita por el castillo de
Atarés, Tallapiedra, los elevados del ferrocarril… y al pasar frente al estado
mayor de la Marina de Guerra, avistan el yate Granma, al que sube el Comandante
en Jefe.
Desde la terraza norte del Palacio
Presidencial se dirige al pueblo y le pide que marche al campamento Militar de
Columbia, donde esa noche pronuncia el célebre discurso en que pregunta ¿Voy
bien, Camilo?
Días más tarde, el 17 de enero, llega
al entonces municipio pinareño de Guanajay, y desde una tribuna instalada en el
parque principal de Artemisa recuerda que “los primeros mártires de la
Revolución Cubana, los fundadores del Movimiento 26 de Julio, salieron de
Artemisa...".
Ningún territorio escapa a la
presencia y atención del joven líder revolucionario y el 3 de febrero de 1959
hace su primera, de las más de 25 visitas a Guantánamo, ciudad capital donde se
dirige al pueblo desde el entonces Instituto de Segunda Enseñanza, hoy
politécnico de Economía Asdrúbal López Vázquez.
Itinerarios de las Caravanas de la Libertad, la de 1959 y la que lleva las cenizas de Fidel a Santiago de Cuba |
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